Los amantes de las motos suelen tener aprecio por ellas y cuidarlas con mucho esmero. Sin embargo, también pica el gusanillo de cambiar de modelo cada cierto tiempo para probar nuevas experiencias y catar motores diferentes.

¿Tú también quieres vender tu moto usada y hacerte con una nueva y reluciente? En ese caso, seguro que te preocupa el dinero que puedes llegar a obtener con este trámite. Cuanto más saques de tu modelo antiguo, más facilidades tendrás para adquirir el deseado producto a estrenar.

Para ayudarte en esta misión, queremos ofrecerte algunos buenos consejos que te ayudarán a elevar el coste y sacar más partido de la transacción. Toma nota y emplea un poco de estrategia para negociar el mejor precio.

Escoger el momento más adecuado para la venta

El momento en el que vender la moto es crucial para obtener los mejores resultados o una mayor rentabilidad en el proceso. Como ocurre con todo, este mercado va fluctuando en las diferentes épocas del año según la demanda y la oferta.

Lo común es que se intercambien más vehículos de este tipo entre marzo y junio, por lo que estas fechas aumenta el número de compradores interesados. Por otro lado, durante el invierno suele haber menos competencia y puedes encontrar más facilidades para subir un poco el precio.

Una revisión y puesta a punto

Ni que decir tiene que es imprescindible que hagas una revisión exhaustiva de la moto y realices una óptima puesta a punto antes de ponerla a la venta. Aunque creas que está en buenas condiciones, al ser un vehículo usado puede presentar algunas piezas desgastadas o aspectos que conviene repasar. Todo fallo o defecto hará que el precio baje.

Si además quieres aumentar su valor, te invitamos a ir un paso más allá. Según su estado puede ser conveniente hacer también cierto lavado de imagen. Repasar la pintura en ciertas zonas o hacer una limpieza exhaustiva le puede dar un aspecto más impecable y elevar su precio.

Mucho empeño en las fotos y videos

Lo primero en lo que se va a fijar un comprador interesado es en las fotos o videos que pongas a su disposición, mucho antes de decidir si quiere verla en persona. Es el mayor escaparate, especialmente hoy en día cuando la mayoría de las transacciones se hacen online o en webs de anuncios y compraventa.

Te aconsejamos que realices varias fotografías desde diferentes ángulos y en la mejor calidad que sea posible. Usa una buena luz, basta con que sea la luz natural del día en exteriores. Si es posible, intenta también hacer las capturas en zonas de campo o aisladas, en las que no salgan otras distracciones, como puede ocurrir en garajes y calles. Las personas no suelen estar dispuestas a pagar de más por una moto que tiene un aspecto decadente y sombrío.

La elaboración del anuncio

Si las fotos son lo primero en lo que se fijarán, lo segundo inmediato serán las especificaciones del anuncio. Por este motivo es interesante que te pares a redactar bien todas las cualidades de la moto y hagas una descripción lo más profesional que sea posible. Esto también dará mejor imagen, más seria, y te permitirá subir el precio.

Además, puedes justificar el importe evidenciando cada una de sus cualidades, su buen estado y los atributos positivos que tiene. No debes olvidar poner todas las características mecánicas y técnicas que te sea posible, además de la marca, modelo y año.

Documentación y papeleo siempre a mano

Debes transmitir seriedad a los interesados y que estos tengan una buena “experiencia de compra”, son aspectos que de nuevo justifican el precio algo más elevado, porque transmiten más fiabilidad.

Por lo tanto, es importante que siempre tengas a mano toda la documentación de la moto para poder ofrecer garantías y mostrarla si la solicitan. También es una actitud recomendable responder con rapidez y exactitud a las dudas que te puedan presentar los compradores.